Ficha técnica de 7 días en Entebbe
Título: Entebbe
Título original: 7 días en Entebbe
Director: José Padilha
Nacionalidad: Reino Unido / USA
Año: 2018
Producción: Participant Media, Pellikola, Working Tittle Films
Duración: 107′
Guión: Gregory Burke
Música: Rodrigo Amarante
Fotografía: Lula Carvalho
Ficha artística
Denis Ménochet – Jacques Le Moine, ingeniero de Air France
Daniel Brühl – Wilfried Böse, terrorista comunista de Baader Meinhof
Rosamund Pike – Brigitte Kuhlmann, terrorista comunista de Baader Meinhof
Eddie Marsan – Shimon Peres
Ben Schnetzer – Zeev Hirsch, soldado israelí
Angel Bonanni – Yonatan (Yoni) Netanyahu, soldado israelí
Nonso Anozie – Idi Amin
El cine te da sorpresas. Lo dije cuando comenté Gernika.
Lo repito hoy tras ver 7 días en Entebbe
Pero sorpresa de verdad.
Suelo estar informado de las novedades que hay en cartelera, pero eso no implica que sepa todo de todas las pelis que están por venir. Es el caso de 7 días en Entebbe os confieso que no supe de ella hasta el pasado viernes, cuando mi amigo Chema me llamó para decirme que no hiciera planes porque me invitaba a ver esta peli «porque nos va a gustar».
Y nos gustó.
Vaya que si nos gustó.
Antes de seguir aviso de que haré spoiler. Me figuro que siendo un hecho histórico deberíamos reconocer el episodio, pero intuyo que muchos se enfrentarán a este tema por primera vez en este post. Por eso advierto: voy a comentarlo a fondo porque es un hecho de hace más de 30 años y deberíamos conocerlo todos.
Me figuro que pasará desapercibida. Primero entre las decenas de títulos insustanciales que aparecen, en masa, mes tras mes. Segundo porque la crítica pasará de puntillas (y muchos pretenderán darle la puntilla). Y tercero porque el 90% de la población no tiene ni idea de qué fue Baader Meinhof ni qué pintan unos alemanes secuestrando un avión colaborando con palestinos.
No hemos olvidado la Historia. La hemos pervertido
Ese es el estigma que condenará a Europa
No solo desconocemos nuestra Historia, la hemos dejado en manos de políticos ineptos (los unos) y perversos (los más). Unos no se han molestado en dar la batalla ideológica para defender las raíces judeocristianas de Europa y de Occidente. Los otros han aprovechado para ganar con los libros de texto lo que intentaron ganar mediante el terrorismo en el pasado.
Y he de felicitar a estos últimos. Lo están logrando. Están destruyendo Europa.
Hubo una época en la que nuestros políticos hacían política. No hablo de los locales, aquí, en España. Me refiero a nivel internacional, cuando Ronald Reagan, Margaret Thatcher, Shimon Peres (intermitentemente) y, por encima de todos, Juan Pablo II constituían un frente por la Libertad y la Democracia. Shimon Peres no era el primer ministro por aquel entonces, pero estaba metido de lleno en la política y fue unos de sus protagonistas.
Netanyahu
Las comparaciones son odiosas, pero si dijera ahora sus homólogos actuales solo salvaría a Israel: Theresa May, Donald Trump, Benjamin Netanyahu y Francisco I… éste último me duele en el alma. Algo habremos hecho mal para merecer lo que tenemos. Excepción hecha de Netanyahu.
¿Por qué digo que eran políticos íntegros que se mantenían firmes en sus principios?
Porque la Democracia estaba y está amenazada. El capitalismo tiene sus cosas buenas y malas, como es lógico. Pero es el fruto de siglos de evolución socio religiosa, primero en Europa y después en Estados Unidos y más recientemente Israel. Precisamente la semana pasada celebraron su 70 aniversario como estado, fijaros si es reciente. Ahora vuelvo sobre este aspecto.
Judíos sefardíes de origen español
Las raíces judeocristianas han marcado la identidad de Europa. Judíos y cristianos han tenido mejores y peores épocas en su convivencia. Mismamente España los expulsó en tiempos de los Reyes Católicos y ellos, lejos de renegar de España han sabido mantener su español y las llaves de sus casas han ido pasando de generación en generación. Son los sefardíes.
Como sefardíes fueron los judíos húngaros salvados por el diplomático español Ángel Sanz-Briz. Él facilitó la huida de los nazis a más de doscientas familias judío sefardíes. Precisamente por ese vínculo afectivo e histórico. Judíos y cristianos fundaron la Europa que conocemos, a partir de la ROMA que fue y que cedió el testigo a la Edad Media y al cristianismo.
Pero sobre todo los judíos supieron rehacerse. Reinventarse. Levantarse y resucitar de las propias llamas cual ave Fénix tras ser casi exterminados en Europa por nazis y comunistas.
Los judíos se reinventaron en israel
Los nazis se llevaron la fama, pero los comunistas, a la chita y callando cardaron la lana. Mataron a muchos otros judíos, homosexuales, gitanos… y a todo aquel que no fuera ario para los primeros y sumiso para los segundos.
Pero como os decía, se reinventaron en Israel.
Europa habrá vencido al nazismo, pero conforme sugería en mi comentario de
Durante la tormenta, el biopic de Winston Churchill en la Segunda Guerra Mundial, el comunismo fue el verdadero vencedor de la guerra. Digo esto hoy, que vengo de ver la
exposición Auschwitz invitado por el Canal Historia y AMC Iberia. Para muestra la descomposición de Europa. En las Instituciones y en sus entrañas. Cayó el muro pero dejaron la simiente dispersa por toda Europa y ahora estamos pagando la incompetencia de nuestros dirigentes.
¿Qué tiene que ver todo esto con la peli?
Todo.
El hilo conductor fue y es el terrorismo
Al terrorismo de izquierdas conocido en Europa. Con organizaciones comunistas que buscaban la sovietización de todos los estados democráticos europeos. (ETA (que precisamente en los próximos días hará una escenificación de su supuesto abandono de las armas para ilustrar esa descomposición de la que os hablaba, con la aquiescencia del Partido Popular)).
Los alemanes de la peli, del
Baader Meinhof, o Fracción del Ejército Rojo: Las Brigadas Rojas, ambos marxistas y siguiendo el patrón revolucioanrio del Ché Guevara y el IRA (nacionalista irlandés, vista en el fancine en
En el nombre del Padre). Los protagonistas de esta película son los hijos de los protagonistas de
La vida de los otros. Nostálgicos de un régimen comunista sin Libertad.
A esta ola de terrorismo europeo habrá que sumar una nueva escalada de tensión y violencia en Oriente Medio con la aparición facciones islamistas radicales como la de la peli: el Frente Popular de Liberación de Palestina.
Volvamos a la película.
El secuestro del avión lo planifican durante meses
El objetivo era doblegar al Gobierno israelí para conseguir financiación, notoriedad y la liberación de un buen grupo de terroristas presos.
El plan…
Secuestrar un avión europeo (de Air France) y usar los rehenes como moneda de cambio. Inconveniente: los gobiernos israelíes no eran proclives a negociar para no dar síntoma de debilidad y, sobre todo, para no financiar el terrorismo.
Vuelta de tuerca: se llevarán el avión a un territorio lejano. Fuera del radio de acción militar de Israel. Preferiblemente en África. ¿Destino? Uganda. Y veremos qué pasa con Idi Amin, un dictador cuyas tendencias solapaban comunismo con una visión radical del Corán. Y allí se fueron.
La situación era incierta.
Los terroristas habían cambiado su patrón de comportamiento habitual. Ni ellos sabían cómo reaccionaria Idi Amin. Idi Amin se vio de golpe y porrazo en el centro de todas las noticias a nivel mundial. Todo respondía a un equilibrio que podía venirse a bajo en cualquier momento. Encaje de bolillos.
Israel está sola
El resto de naciones se pone de perfil y allá vosotros.
Lo primero que quiere saber Isaac Rabin es cuántos israelíes había en el pasaje. Porque quería saber si el objetivo del secuestro era Israel. Shimon Peres no albergaba duda alguna. Así era. Y como tal predecía que Israel se quedaría sola y tendría que guisarse la solución solita para comérsela por su cuenta.
Rabin empezaba a dar su brazo a torcer, a favor de negociar. Peres se reveló como auténtico cerebro. Como estadista y político superlativo. Como estratega y líder.
Supo hacer prevalecer su conjetura y su hipotética solución para el problema.
Shimon Peres
Al final se comprobó que tenía razón Shimon Peres. El ataque era contra Israel. Los terroristas liberaron a todos los pasajeros no judíos ni israelíes. Como fruto de una primera mediación entre Israel e Idi Amin, quien en la peli aparece como un tontorrón casi entrañable… en la realidad fue un soldado del imperio británico en descomposición. Destacaba por su brutalidad y por su tamaño. También porque no logró, por mucho que lo intentó, aprobar el examen para sargento.
Tan cruel como hábil manipulador de las palabras ascendió al poder tras la marcha de los británicos. Como la espuma.
Los días pasan.
Liberados los no israelís ni judíos, la soga se va cerrando en torno al cuello de los rehenes.
Según la peli vemos disputas internas entre los secuestradores. Quizás sea una concesión de la peli hacia los terroristas comunistas al pretender hacernos creer que eran malos, pero no tan malos como los palestinos.
Lo que sí veremos, y no sin falta de razón, es un debate moral que corroe a los comunistas alemanes. Saben que, en el fondo, el mundo no verá su acción como la reivindicación política de un par de antisistema que, en vez de irse a vivir a Cuba, a la URSS o a China pretenden hacer de Europa un nuevo estado socialista privando a todos sus semejantes de la Libertad. Los verán como «
alemanes matando judíos«. Es decir, como nazis, y no como lo que son, comunistas.
He dicho un debate moral… pero serán dos.
Uno ya lo he apuntado: la cercanía entre nazis y comunistas hasta el punto de tener un pie en cada lado de la frontera.
El segundo es un debate acalorado entre palestinos y alemanes. El alemán pretende estar a la altura del palestino en su firmeza ideológica. El segundo se ríe del alemán, en su cara. Y lo que es mejor, le espeta un razonamiento aplastante que deja al teutón más hundido en su miseria moral, si cabe. El palestino le dice «tu estás aquí porque odias a tu país. Yo estoy aquí porque amo al mío». Frase (no textual pues hablo de memoria) que destripa al comunista. Es eso. Odio. El odio le mueve. Solo el odio a sus propios orígenes.
A ver… han secuestrado un avión y amenazan con matar a los pasajeros. Poco más hay que explicar. Me da igual el credo o la militancia política. Sean cristianos o musulmanes, hindúes o judíos. Da igual que los llamemos nazis, comunistas, anarquistas o fascistas. Si ejercen la violencia pierden la legitimidad y, si me apuráis, hasta la razón.
Pasan las horas y se acercan las primeras ejecuciones. Empezarán por los dos niños.
Tempus fugit.
Shimon Peres y su gabinete de crisis pergeñan un plan
Un plan estúpido. Pero plan.
Volarán hasta Uganda. Meterán a soldados israelíes en aviones de guerra Hércules y sobrevolarán el mar y la tierra a la mínima altura posible para eludir a los radares. Es una locura. En el hipotético caso de que lograran llegar a Uganda, tendrán que aterrizar en la pista del Aeropuerto de Entebbe. Por la noche, cuando ya no haya vuelos pero justo antes de que se apaguen las luces.
Una vez aterrizados, tendrán que descargar una limusina Mercedes Benz negra para hacer creer a los soldados ugandeses y a los terroristas que quien viene es el mismísimo Idi Amin.
Cuentan con que los soldados de Uganda no abrirán fuego al estar metidos, sin voluntad, en un berenjenal internacional. Quieren bajar el coche, cruzar la pista del Aeropuerto y dirigirse a la pista del antiguo Aeropuerto, en cuya terminal tienen secuestrados a los israelíes.
Pero sus cálculos (mejor dicho «esperanzas») fallan.
La primera barrera humana que tendrán que sortear son los soldados ugandeses. Los abaten sin dificultad, sí, pero se delatan y ponen sobre aviso a los terroristas.
El soldado israelí
La película entrelazará la vida personal de uno de sus soldados. De cómo el sacrificio y la abnegación son los requisitos para blindar tu conciencia y ayudar a tu nación.
Veremos su relación con su novia. Veremos que ella es bailarina. Él también lo es, o actor. Pero sacrificará sus gustos personales por servir a Israel. Una de mis conclusiones, viendo los títulos de crédito de esta peli es cuán necesario es que existan personas que lo sacrifican todo para que el resto viva contenta y feliz en la ingenuidad. Si esa chica pudo subir al escenario y bailar… fue porque su novio cambió disfraz por uniforme, novia por ejército, Tel Aviv por Entebbe e Israel por Uganda para jugarse la vida para proteger la libertad de sus compatriotas.
Por lo tanto… ¿Me ha gustado la película? Mucho. Tanto que pienso que no estaría de más que se pusiera en colegios y universidades de toda Europa para explicarla en tertulias y videoforums con los alumnos.